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Fuerza Silenciosa - El Impacto de las Cadenas de Suministro en el Desarrollo Social

Actualizado: 12 ago

Por Daniel R. Schnaider, Wisefy


Las carabelas, innovadoras embarcaciones del siglo XV, marcaron un punto crucial en la historia de la navegación y el comercio global, inaugurando la era de los grandes descubrimientos. Con su diseño ágil y capacidad para largas distancias, estos barcos permitieron a exploradores europeos como Vasco da Gama y Cristóbal Colón aventurarse más allá de las costas conocidas, llegando a las Américas, la India y más allá.


Antes de las carabelas, el comercio estaba principalmente limitado al Mediterráneo y a las rutas terrestres de Asia, como la famosa Ruta de la Seda. La capacidad de navegar por el océano abrió nuevos caminos comerciales para especias, oro, plata y otros bienes preciosos, transformando radicalmente las economías europeas e iniciando un período de acumulación de riquezas sin precedentes.


La introducción de estas rutas marítimas globales no solo promovió el comercio entre continentes distantes, sino que también sentó las bases para el sistema de mercado global moderno. Por ejemplo, la llegada de Vasco da Gama a la India en 1498 estableció el comercio directo de especias entre Europa y Asia, reduciendo la dependencia de los intermediarios árabes y venecianos.


Esta nueva era de comercio y exploración llevó a la acumulación de capital en Europa, financiando el Renacimiento y, posteriormente, la Revolución Industrial. Comparativamente, antes de esta época, las economías europeas eran relativamente cerradas y localizadas, con riquezas basadas principalmente en la agricultura y el comercio regional limitado. La transición a una economía basada en el comercio global alteró permanentemente las estructuras sociales, económicas y políticas del mundo.


La cadena de suministro global es una parte inherente de nuestras vidas. Combustibles, maquinaria y equipos, materiales eléctricos y electrónicos, fertilizantes y vehículos son solo algunos de los muchos artículos importados que impactan nuestras vidas de alguna manera.


Brasil, por ejemplo, abastece al mundo con alimentos y minerales. Los productos llegan al puerto o salen del puerto, principalmente a través de una flota de dos millones de camiones, pero también por ferrocarril, vías fluviales y aéreas. Escondido en el precio de cada bien material que usted ha comprado alguna vez, está el costo de toda esta cadena, que en muchos casos puede llegar al 20% o más. Sin embargo, fue solo en 2020, después de un período turbulento, que comenzamos a reconocer la importancia fundamental de la cadena de suministro en nuestras vidas.


La pandemia de COVID-19 desencadenó una serie de disrupciones sin precedentes en la cadena de suministro global, exponiendo su vulnerabilidad ante choques sistémicos. El impacto se sintió en múltiples sectores, desde la escasez de productos esenciales, como alimentos y medicamentos, hasta retrasos y aumento de costos en electrónicos y automóviles.


Según un informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), la dependencia de cadenas de suministro altamente concentradas en ciertas regiones, como los componentes electrónicos en Asia, agravó los efectos de la pandemia. Las interrupciones en el transporte marítimo y aéreo, junto con el cierre de fábricas, llevaron a un aumento significativo en los tiempos de entrega y en los precios de los fletes, impactando directamente a los consumidores finales con inflación derivada de la disponibilidad reducida de productos.


Las personas menos favorecidas, que ya dedican una mayor proporción de sus ingresos a necesidades básicas como alimentación y vivienda, son las más afectadas cuando la cadena de suministro se rompe. Un ejemplo de esto se observó durante la guerra en Ucrania, donde la interrupción de la exportación de granos y la crisis energética afectaron negativamente los precios de estos productos, perjudicando principalmente a aquellos segmentos de la población que no pueden protegerse del aumento inflacionario.


La pobreza en una región a menudo revela también deficiencias en la cadena de suministro. Las áreas desfavorecidas frecuentemente carecen de agua potable, saneamiento adecuado, acceso a educación y salud debido a la escasez de profesionales, además de enfrentar inseguridad alimentaria y ausencia de electricidad e internet. Si hubiera un fácil acceso a productos y servicios por tren, avión, vehículos o incluso balsas, las posibilidades de revertir la situación serían mayores.


En general, áreas como las montañas, donde es más caro y complejo montar una cadena de suministro, son a menudo más pobres, como la región de los Apalaches en EE. UU., en contraste con los centros de civilizaciones cercanas a ríos importantes como el Nilo, el Éufrates y el Tigris. Los ríos que permiten el transporte de personas o bienes, como el río Misisipi, facilitan el desarrollo agrícola en la región y contribuyen al enriquecimiento.


Si queremos mejorar nuestra sociedad, eliminar la miseria y proteger el medio ambiente a través de la economía circular, necesitamos volver a los libros de historia para entender cómo, después de cientos de miles de años de pobreza extrema, la humanidad logró romper este ciclo. Spoiler: fue la innovación en la cadena de suministro.


Referencias y fuentes: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Banco Mundial; "Historia General de las Navegaciones y Descubrimientos" por David Birmingham; Referencias y fuentes: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO); Informe "El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2021".


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